“Tenía gustito a revancha”

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A pedido de los lectores, Omar Holotte (se hizo esperar) vuelve con sus columnas habituales sobre los partidos de Unión Agrarios. A continuación, su punto de vista respecto al choque frente a Litoral.

Pasaron algunos días desde la vuelta del fútbol, nuestra pasión, la de usted, la mía, la de esa gente que colmó el estadio Beto Maín, y que se bancó el calor.

Tanto se habló, tanto se esperó y tanto se preguntaron… ¿Sigue este cuerpo técnico?. ¿Quién viene de refuerzo?. ¿A quién van a traer?. ¿Quién se fue y por qué?, entre otras. Y también se cuestionó un supuesto soborno por parte de algunos jugadores en las dos finales del Paraná Campaña. Al parecer, todo quedó en el olvido.

Llegó el día, ¿la revancha? Puede ser. El Verde tuvo un buen primer tiempo. Entró enchufado, concentrado, atacó por las bandas con L. Richard y A. Catelani; mientras que en el fondo, M. Wolosko y E. Tomasini se mostraron con mucha solidez, impidiendo los avances del local.

En el centro, buen trabajo de C. Herlein y M. Benítez, aunque este último no estuvo fino en la entrega. Román Monzón, por su parte, aportó lo suyo: llegó al área rival en reiteradas ocasiones, creando peligro y enviando centros, al igual que J. Petersen, que luego fue expulsado. Y arriba, N. Borghello e I. Aguilar no estuvieron a la altura de la circunstancia, quizás, para poder abrir el marcador y así no esperar un gol heroico, como finalmente sucedió.

Las oportunidades de U. Agrarios fueron varias. Las más claras, en el primer tiempo: dos cabezazos de Wolosko y Aguilar a quema ropa, que terminaron en manos de Fontanini. Ah, y un tiro libre de Tomasini que se fue casi besando el ángulo derecho. Para el local, la más clara fue a un minuto del cierre del PT. B. Landra desaprovechó una chanche inmejorable, sólo y de frente al arco pifió y la envió al tejido.

En la segunda mitad, Litoral encendió las luces. Ingresó A. Casco y le dio otra dinámica y velocidad al juego por la punta izquierda. Kevin López dejó de ser el 9 y se tiró a la derecha, aunque siguió sintiéndose muy incómodo por la excelente marca de Tomasini. Intentó, buscó, pero A. Varisco tampoco daba ventaja. Cuando el Verde lo necesitó, ahí estaba.

A todo esto, Wolosko se transformaba en figura. Aportó en todo momento: marcó, atacó y tuvo despliegue. Sin ir más lejos, le sirvió la pelota a Aguilar, quien sin perder tiempo se la cedió a Herlein, el cual fusiló a Fontanini y decretó el 1-0 a los 49 del complemento. 

Explotó de alegría el banco de suplentes y toda la parcialidad visitante. No era para menos. Era el partido revancha. Tenía ese gustito. Lo cierto es que ahora se piensa en continuar por el sendero de la clasificación. De ganar este sábado, el entusiasmo no será poco.